Premio Talento Joven 2012
NORMA RUIZ
Artista
A veces el Destino (o Luis Alegre) te juega una buena pasada y hace que se cruce en tu camino alguien como Norma, sobre quien podría pegarme mucho, mucho tiempo hablando bien. Como mínimo esta vida y cuatro o cinco reencarnaciones más, porque Norma es uno de esos seres humanos que hacen que merezca la pena tanto vivir como beber. Pero intentaré resumir lo irresumible.
Cosas buenas de Norma:
-Es una actriz del copón (y perdón por el tecnicismo). Aterriza sobre tu guión y, en un ratito, descubre en él (y en ti) cosas que ni tú mismo sabías que había. Norma es un hada cuya varita mágica (su arte, porque parafraseando a un célebre fotógrafo newyorkino que la conoce muy bien, “¡es una artista!”) convierte los defectos del personaje que le has escrito en virtudes y los aciertos en maravillas. Sabe abrir las puertas correctas, maneja los pomos como nadie.
-Norma rebosa pasión. Pero no sólo por actuar; sobre todo, por vivir. Ninguna putada la derrotará. Ningún revés le hará tirar la toalla. Norma se enfrentará a cualquier adversidad con esa deslumbrante sonrisa suya en los labios, esa que te da un subidón mil veces más potente que cualquier droga.
-Su optimismo es tan inquebrantable como su capacidad de trabajo. Gracias a ambas cosas nos da interpretaciones casi sobrenaturales, como puede atestiguar cualquiera que haya visto a Rocío Dúrcal volver a este mundo usando el talento de Norma como pasaporte.
-Norma es de confianza. Nunca te falla, ni te fallará. Es más, pienso que habría que abolir el euro e instaurar “la Norma” como unidad monetaria europea. Estoy seguro de que no se depreciaría jamás.
-Lamentablemente, no sabe divertirse. ¡Y un huevo! Una juerga con la Ruíz es la experiencia más indescriptible de aquí a Doha (capital de Catar). Si la hubiera conocido Hemingway, su novela se llamaría “Norma (y no París) era una fiesta”. Es más, alguien debería ir y crear “Normalandia” y “Normaworld”, paraísos de la diversión.
-Por supuesto, Norma es algo más para mí que “una actriz con la que he trabajado”. Y mucho más que una amiga. Y, os lo aseguro, Norma es muchísimo más de lo que, hasta ahora, ha sido Norma, que ha sido mucho. No es que el tiempo lo vaya a decir, es que ya nos lo está diciendo.
-Es una actriz del copón (y perdón por el tecnicismo). Aterriza sobre tu guión y, en un ratito, descubre en él (y en ti) cosas que ni tú mismo sabías que había. Norma es un hada cuya varita mágica (su arte, porque parafraseando a un célebre fotógrafo newyorkino que la conoce muy bien, “¡es una artista!”) convierte los defectos del personaje que le has escrito en virtudes y los aciertos en maravillas. Sabe abrir las puertas correctas, maneja los pomos como nadie.
-Norma rebosa pasión. Pero no sólo por actuar; sobre todo, por vivir. Ninguna putada la derrotará. Ningún revés le hará tirar la toalla. Norma se enfrentará a cualquier adversidad con esa deslumbrante sonrisa suya en los labios, esa que te da un subidón mil veces más potente que cualquier droga.
-Su optimismo es tan inquebrantable como su capacidad de trabajo. Gracias a ambas cosas nos da interpretaciones casi sobrenaturales, como puede atestiguar cualquiera que haya visto a Rocío Dúrcal volver a este mundo usando el talento de Norma como pasaporte.
-Norma es de confianza. Nunca te falla, ni te fallará. Es más, pienso que habría que abolir el euro e instaurar “la Norma” como unidad monetaria europea. Estoy seguro de que no se depreciaría jamás.
-Lamentablemente, no sabe divertirse. ¡Y un huevo! Una juerga con la Ruíz es la experiencia más indescriptible de aquí a Doha (capital de Catar). Si la hubiera conocido Hemingway, su novela se llamaría “Norma (y no París) era una fiesta”. Es más, alguien debería ir y crear “Normalandia” y “Normaworld”, paraísos de la diversión.
-Por supuesto, Norma es algo más para mí que “una actriz con la que he trabajado”. Y mucho más que una amiga. Y, os lo aseguro, Norma es muchísimo más de lo que, hasta ahora, ha sido Norma, que ha sido mucho. No es que el tiempo lo vaya a decir, es que ya nos lo está diciendo.
Hasta aquí las cosas buenas. Vamos con las…
Cosas malas de Norma:
-…
Ahora mismo no se me ocurre ninguna.
Bueno, sí: es una pena no poder quererla más.
Cosas malas de Norma:
-…
Ahora mismo no se me ocurre ninguna.
Bueno, sí: es una pena no poder quererla más.
Miguel Ángel Lamata