Premio Talento de Comedia: Patricia Conde – El espíritu burlón de una actriz poderosa

Inquieta, juguetona y sabia, la capitana moderna y eterna de la televisión más empática de la galaxia lleva por nombre Patricia Conde. Como profesional consigue transmitir mucho más que una predisposición de ánimo. Es una gurú de la cosa, una chamana, chavala, una artista de toda la pista como todopoderosa y gran actriz que es. Nos la da con queso con sus personajes. Nos convence a la primera, nos consigue, conquista, y también redime.

En la estela y el espíritu burlón de gentes como GoldieHawn, Cameron Díaz, Jennifer Aniston o GwynethPaltrow, Patricia Conde consigue como intérprete elevar la quintaesencia de las rubias a la sátira, la inteligencia y la complicidad máximas, y la hace todavía más rotunda… y peligrosa, pues como decía Hölderlin, “allí donde está el peligro crece también lo que salva”. El hilo del espectador en el salón del respeto, sin cuarta pared pero con el plasma redentor, para contagiar otra mirada ante la vida desde lo lúdico y el rigor, la comunicación y el valor social del eduentretenimiento.

De fondo, tenemos también a una sabia curiosa y antropóloga que con su modus vivendi investiga nuestros resortes y raíces más profundos para dar en la tecla y en el clavo de corazones, carcajadas y muecas. Eternamente pop, podría ser nuestra nueva PepperPotts. La capacidad de mimo y detalle con su trabajo resuelve fácil cualquier escena o elaborada improvisación, pero ante y sobre todo, estamos ante la honestidad y sinceridad de alguien muy riguroso, porque ama y cuida tanto su faena que la resuelve sencilla, espontánea y fluidamente fácil y sanadora para quien la goza y disfruta.

La primera vez que vi a Patricia Conde fue hace 25 años cubriendo con profesionalidad y tino la premiere de Todo sobre mi madre de Almodóvar, una mañana lluviosa en Madrid. Ahora devuelve visita a nuestras tierras, a la cuna de otro actor, Martínez Soria, donde seguro que don Paco cambiaría el ‘pisa morena’ por un ‘pisa la ruuuubia’, con el relicario, el garbo y el salero que más y mejor se le antoje a nuestra querida y admirada Patricia Conde.

CARLOS GURPEGUI